¿Cómo se clasifican los vinos?

Por Coviman En General

11

Dic
2019

Cuando acudimos al mercado, tenemos a nuestra disposición una enorme variedad de vinos procedentes de todas las partes del mundo. Tener muchas opciones es genial siempre que estés familiarizado con este producto. De lo contrario, acabarás hecho un lío, especialmente con aquellas botellas que no tienen una descripción clara. ¿Formas parte de este segundo grupo? ¡No te preocupes! Ya que en la entrada de hoy vamos a aprender cómo se clasifican los vinos.

 

Los 4 grandes grupos

Los 4 grandes grupos están formados por los vinos blancos, tintos, espumosos y dulces. A continuación, vamos a ver cada uno de ellos con más detalle.

 

Vinos tintos

Comenzamos con los vinos tintos jóvenes, ligeros o no envejecidos. Suelen caracterizarse por un sabor seco, con distintos niveles de densidad, escaso cuerpo y bajos taninos. Seguimos con los tintos de cuerpo medio, que son los más habituales en la actualidad. En esta categoría se incluyen botellas de calidad media. Y algunos caldos excepcionales que en ocasiones alcanzan el nivel de guarda.

Aumentados la intensidad hasta los tintos concentrados, que tienen altos aportes de taninos, sabores profundos y afrutados. Hasta llegar a los tintos de guarda, que son caldos clásicos pertenecientes a las mejores cosechas de ciertas regiones. Dentro de los vinos tintos también están los rosados y claretes, caldos jóvenes no aptos para envejecer que se diferencian por su grado de dulzor.

 

Vinos blancos

Dentro de cómo se clasifican los vinos, se encuentran también los blancos ligeros y secos. Están compuestos por caldos jóvenes con una gran carga ácida, pero sin cuerpo. Que por norma general no son adecuados para el envejecimiento. O bien secos y amplios, caracterizados por tener más cuerpo y envejecer durante cierto tiempo en barrica o botella.

También encontramos caldos aromáticos, que provienen de ciertas variedades de plantas. Y secos y concentrados, con más cuerpo y añejados en barrica. Los vinos blancos semisecos son aquellos que se embotellan antes de que el azúcar se transforme el alcohol. Y finalmente, tenemos los dulces y licorosos, con un sabor intenso y cuerpo complejo.

 

Vinos espumosos

Los vinos espumosos pueden ser ligeros y afrutados. Como es el caso del cava español o el Prosseco italiano. O caracterizarse por ser más intensos y finos. El mejor ejemplo es el Champagne francés, con un cuerpo y sabor que suele resultar agradable para el gran público. Menos conocidos que los anteriores son los ligeros y aromáticos, con un toque más dulce. Utiliza como materia prima uva moscatel italiana, flores blancas y frutos secos.

 

Vinos dulces y especiales

Y acabamos la entrada de hoy con los vinos dulces y especiales. Pueden ser generosos cuando se les añade alcohol y se crían en madera. El resultado es un caldo de gran carácter como la Manzanilla. O con fermentación parcial, siendo el mejor ejemplo el Oporto. También tenemos las variedades de mistela, que en realidad es un mosto mezclado con alcohol sin proceso de fermentación. Como se da en el vino dulce moscatel. O los de vendimia tardía, que por su grado de maduración tienen una considerable concentración de azúcar.

Y finalmente, vamos a hablar de los vinos pacificados y tostados. Tras la vendimia, las uvas pasas se deshidratan al sol o en espacios calientes. Por lo que son casi imposibles de fermentar y requieren alcohol adicional. En esta categoría están los Muscats franceses y Liquorosos italianos. Aunque al público español el que más le sonará es el famoso Pedro Ximénez.

Esperemos que tengas información suficiente sobre cómo se clasifican los vinos. Recuerda que en Coviman, tenemos las mejores fábricas para producirlo.